lunes, 25 de junio de 2007

Bocanada...

Hermosa tarde... a solas...
Pienso en todo y en todos. Cuánto y cuántos.
El sol del atardecer es el mejor, preanuncia la noche, la magia de la oscuridad, la hora en que todo se transforma en atemporal. No hay apuro, ni relojes, ni obligaciones. Siempre hay tiempo de noche. Nada nos urge, se parece un poco a la eternidad. Y nada existe de verdad: es la hora del sueño, es también la hora de la irrealidad.
Cuando no dormís, la noche tiene el dulzor de lo inagotable. Y no empalaga...
Jugamos a ser nosotros y a ser otros a la vez. Como personajes de una obra que se van desdoblando y se corporizan, irreductibles. Casi una bocanada de oxígeno.
T

2 comentarios:

verborrea dijo...

Disculpe la tardanza T.
“la noche tiene el dulzor de lo inagotable y no empalaga”
Puedo quedarme con ese fragmento? Puedo usarlo? Puedo gastarlo?
Prometo cuidárselo, darle un buen uso.

por el momento, quiero leer mas, mas, mas… embriagarme de chinidad…
desearía ser digna…
una penita
saludos

Anónimo dijo...

cada día más digna, verborrea...
y ¡¡use y abuse que está para eso!!

ya seguiremos haciendo aportes... son días extraños, pero ricos... muy ricos... como el dulce de leche
:)
T